Los expertos ginecólogos aconsejan ser precavidos con la disminución de la infertilidad masculina y algunos casos de baja calidad de los espermatozoides. Uno de cada 20 hombres tiene un bajo número de espermatozoides en su eyaculado y uno de cada 100 carece de ellos. ¿Podemos dar con una solución para esta problemática?
La población general sufre una infertilidad de entre el 12 al 20% y alrededor del 10% a los dos años de intentar concebir un hijo, habiendo tenido relaciones sexuales sin protección.
¿Cómo han variado los datos sobre fertilidad con el paso del tiempo?
Si miramos atrás, hace cinco décadas la mayoría de los casos diagnosticados de infertilidad, la responsable era mayoritariamente la mujer, la cual debía poner especial atención a sus días de ovulación.
Sin embargo, hoy en día, las causas de infertilidad son frecuentes en ambos sexos. De modo que, en un 30 % el problema procede del varón, el otro 30% de la mujer y un 40 % restante es de ambos.
Por otro lado, cabe destacar que la fertilidad de los varones y mujeres declina con la edad. De modo que la edad de máxima fertilidad en el hombre oscila entre los 18 a los 35 años. Más allá de los 35 años, el volumen de semen y los espermatozoides se reducen en número y las formas anormales aumentan. Después de los 40 años, la motilidad de los espermatozoides está por debajo del 40% y su tasa de supervivencia es inferior al 50%. Por encima de los 45 años en los hombres la probabilidad de infertilidad aumenta aproximadamente un 5% cada año.
Factores que condicionan la infertilidad masculina
Las causas de esterilidad masculina son muy amplias, pueden ser de tipo congénito o adquirido y en algunas ocasiones desconocidas es difícil el determinar con exactitud.
Las patológicas identificables debidas a causas genéticas o cromosómicas son:
- Microdeleciones en el cromosoma Y
- Mutaciones en los genes
- Hipogonadismo hipogonadotropo
- Ausencia congénita del conducto deferente
- Insuficiencia testicular
- Hipotrofia testicular bilateral.
Entre otras patologías. Por otro lado, las adquiridas:
- Traumatismos escrotales
- Cirugías inguinoescrotales
- Inflamaciones e infecciones
- Al probar drogas ilegales o determinados fármacos
- Por radioterapia o quimioterapia.
Los expertos analizan la calidad del esperma
En 1974 las publicaciones médicas informaron por primera vez sobre el deterioro de la calidad del semen en gran parte por culpa de la exposición ambiental a contaminantes.
Según los criterios de la OMS de 1999, el semen se considera normal cuando se cumplen los 3 criterios:
- Concentración de espermatozoides: el número debe superar los 15 millones por ml.
- La motilidad o movilidad espermática: el porcentaje de espermatozoides móviles debe ser más del 40%.
- Vitalidad espermática: más del 58% de los espermatozoides deben estar vivos.
- Morfología de espermatozoides: al menos el 4% de los espermatozoides debe tener una forma normal.
La contaminación del aire, por ejemplo, a partir de los gases de escape de los vehículos de motor, las emisiones industriales, la quema de carbón y madera…
Por otro lado, también debemos apuntar la exposición a las sustancias químicas sintéticas artificiales, algunas de las cuales no se degradan, sino que se acumulan en el organismo largo tiempo y están significativamente asociados a un menor porcentaje de espermatozoides.
Asimismo, los hábitos no saludables son también factores determinantes que afectan a la calidad del esperma: el consumo de tabaco, alcohol, fármacos, drogas, dietas poco saludables, obesidad, periodos prolongados de estar sentado, ejercicio intenso, sedentarismo…
La infertilidad masculina y la vida cotidiana
Algunas de las amenazas potenciales para la salud reproductiva se encuentran en nuestro día a día: el estrés psicológico, las ocupaciones laborales, la exposición a sustancias pesticidas, humos, radiación o metales pesados (en el caso de ciertos sectores laborales como en el industrial).
Sin embargo, lo cierto es que ciertos dispositivos que no están vinculados únicamente con nuestros trabajos sino también en nuestro ocio, también son factores a tener en cuenta. Por ejemplo, las ondas de los teléfonos móviles, computadoras, Wi-Fi o el propio microondas.
Hay problemas que tienen solución
Como has podido ver a lo largo de este artículo, existen numerosas amenazas potenciales para la salud reproductiva: desde el estrés, hasta el sedentarismo, el paso de los años o la exposición a ciertas sustancias.
No obstante, las intervenciones en el estilo de vida, por ejemplo, pueden ser un buen paso para lograr una salud general reproductiva y sexual junto con medidas preventivas como las visitas regulares al urólogo.
Si bien el aumento progresivo de infertilidad masculina es un tema preocupante, sabemos que el 50% de la infertilidad diagnosticada es potencialmente corregible y puede tratarse con éxito.
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