El suelo pélvico y la menopausia tienen una relación muy estrecha. Puede que hayas notado que últimamente lo primero que echas en el bolso sea tu abanico, que tienes problemas para conciliar el sueño, que tu humor no es como antes, que ya no eres aquella mujer con ganas de comerse el mundo, que el deseo sexual es cosa del pasado, y también aparecen tus primeros escapes de orina… No hay duda, la menopausia ya está aquí y se deja notar.
La llegada de la menopausia no es siempre una etapa fácil en la vida de una mujer. El cese de la actividad ovárica produce una bajada drástica en los niveles de estrógenos y progesterona que altera el trofismo de los tejidos, ocasionando pérdida del tono, fuerza y elasticidad de los mismos.
Esto conlleva una serie de signos y síntomas como:
- La osteoporosis,
- Falta de energía,
- Sofocos,
- Disminución de la líbido.
- Síndrome genitourinario de la menopausia que se estima afecta al 70-90% de las mujeres y que cursa con Sequedad vaginal, Dispareunia y Prurito.
- Cambios en el estado de ánimo: depresión, ansiedad, irritabilidad…
- Etc.
Pero además nuestro suelo pélvico también se ve afectado por esta caída de estrógenos, haciendo que se pierda parte de la función de sostén y control esfinteriano:
La incontinencia urinaria, incontinencia fecal (escapes involuntarios de gases y/o heces), prolapsos (o caída de órganos), dispareunia (o dolor durante la penetración), hiperactividad vesical (aumento de la frecuencia urinaria), son muchas de las patologías que vemos en consulta tras la menopausia.
Por eso, ahora más que nunca tenemos que pensar en nosotras mismas y cuidarnos, pero en ocasiones no sabemos cómo.
Cómo cuidar el suelo pélvico durante la menopausia
Para saber cómo está tu musculatura pélvica y cómo puedes cuidarla:
- Realiza valoraciones de fisioterapia en suelo pélvico, además de las ginecológicas con la retirada del periodo.
- Fortalece el suelo pélvico con ejercicios de kegel e intégralos en tu día a día (contrae al toser, estornudar, levantar un peso, etc).
- Utiliza la esfera pélvica enna pelvic ball, para mejorar el tono de tus músculos y la lubricación de la vagina.
- Si estás en una etapa donde no mantienes relaciones sexuales con penetración; utiliza dilatadores vaginales o dispositivos intravaginales como la esfera pélvica para evitar que nuestra vagina se estreche dificultando en un futuro las relaciones sexuales o las exploraciones ginecológicas.
- Mejora el tono de tu abdomen y espalda para mejorar la postura, y así evitar hiperpresiones en la zona perineal.
- Evitar el sobrepeso y la vida sedentaria. Mantenerse activa es esencial en esta etapa del ciclo reproductivo de la mujer.
- Evita el estreñimiento.
- Evita el uso prolongado de tacones.
- Realiza ejercicio con regularidad: cardiovascular y de fuerza, ya que gracias al trabajo de fuerza, aumentaremos nuestro metabolismo basal en reposo, ayudándonos a controlar el sobrepeso, mejoraremos el tono de toda la musculatura “incluido suelo pélvico” y además nos ayudará a tener articulaciones y huesos más fuertes.
No olvides, que todas estas recomendaciones son aplicables a todas las mujeres fértiles, pre o postmenopaúsicas, y que desde las unidades de Suelo Pélvico podemos ayudaros con vuestra recuperación contando con una gran variedad de técnicas de fisioterapia y/o médicas como la radiofrecuencia, la electroestimulación, el láser ginecológico, la terapia hormonal sustitutiva o inyecciones de ac. hialurónico entre otras.
Además, para controlar las pequeñas pérdidas de orina mientras refuerzas tu suelo pélvico, enna dispone del protegeslip enna protect hecho de fibra de bambú y algodón orgánico. Es apto para pieles sensible y con tendencia a sufrir alergias gracias a sus materiales y su suavidad. También incluye la novedosa tecnología Sanidx que gracias a su compuesto de silicio aísla la humedad y los malos olores y disminuye la posibilidad de sufrir infecciones vaginales.
Este artículo ha sido escrito por Elena Valiente, fisioterapeuta diplomada por la universidad Europea de Madrid especialista en Suelo Pélvico.