La hipertonia del suelo pélvico es una disfunción de la musculatura pélvica. Casi siempre cuando oímos hablar de disfunciones de suelo pélvico, tendemos a pensar que vienen asociadas a una debilidad de la musculatura perineal, pero en muchas ocasiones el problema es todo lo contrario ya que un aumento excesivo del tono también puede tener sus consecuencias.
¿Qué es la hipertonia del suelo pélvico?
La hipertonia del suelo pélvico es un aumento excesivo del tono de los músculos del suelo pélvico, incapaz de relajarse de manera voluntaria y que en muchas ocasiones suele ir acompañada de contracturas no solo en la musculatura perineal, sino incluso en la zona glútea y/o lumbopélvica.
Es muy importante saber diferenciar entre hipertonia y fuerza muscular, ya que en este caso el/la paciente además de contraer con mucha fuerza, puede relajar de manera voluntaria y no suele tener patologías asociadas.
También es fundamental descartar la causa que provoca la hipertonia, pudiendo ser el origen:
- Un traumatismo obstétrico, episiotomía y/o desgarro doloroso,
- La menopausia (asociado a la atrofia y sequedad vaginal),
- Neurológica,
- Abusos o experiencias sexuales traumáticas,
- Etc
¿Cuáles son los principales síntomas de un suelo pélvico hipertónico?
- Dolor en las relaciones sexuales (dispareunia)
- Dolor al introducir un tampón o copa menstrual.
- Disfunción de vaciado durante la micción. Vaciado incompleto, discontinuidad en el chorro y/o dolor miccional.
- Polaquiuria o aumento de la frecuencia urinaria y/o urgencia (que no hay que olvidar que en muchas ocasiones también va asociado a una debilidad muscular).
- Estreñimiento y dolor durante o después de defecar.
- Dolor pélvico.
- Dolor lumbopélvico.
¿Cómo podemos ayudar a relajar nuestros músculos perineales?
Es importante tomar conciencia de nuestros músculos del suelo pélvico, intentar sentir como se mueven al contraerse y relajarse, y para ello, nada mejor que trabajar la respiración Abdomino-diafragmática, a través de la cual conseguiremos crear cambios de presión en el interior de nuestro abdomen involucrando así nuestro diafragma y musculatura abdominal profunda que actúan de manera sinérgica junto al suelo pélvico.
Tumbada boca arriba con piernas flexionadas y zona lumbar bien apoyada en el suelo (sin presionar), coloca tus manos en las costillas y siente como al tomar el aire por la nariz estas se abren, al mismo tiempo que se hincha tu abdomen y exhala por la boca de manera suave y relajada sintiendo como se cierran las costillas y se vacía el abdomen. Es importante que al exhalar te concentres en tu suelo pélvico e imagines como si quiseras relajar tu vagina y ano, dejando salir la orina y los gases, pero sin empujar.
Una vez que logres realizar este ejercicio tumbada, prueba a realizarlo sentado y de pie.
¿Se puede tratar la Hipertonía del Suelo Pélvico?
Por supuesto, y además es muy frecuente que el tratamiento se lleve a cabo a través de un equipo multidisciplinar formado por médicos, psicólogos y fisioterapeutas especializados en patologías de suelo pélvico, utilizando desde la terapia psicológica, a programas de rehabilitación con técnicas de relajación, dilatadores vaginales y/o anales, electroestimulación, radiofrecuencia, biofeedback e incluso inyecciones de toxina botulínica para casos más severos.
Recuerda que si sufres de Hipertonía deberás evitar:
- El uso de bolas chinas o esferas pélvicas. Este tipo de ayudas sirven para fortalecer un suelo pélvico debilitado, usarlas con hipertonia será contraproducente.
- Ropa ajustada
- Ejercicios de kegel sin supervisión de un profesional.
Este artículo ha sido escrito por Elena Valiente, fisioterapeuta diplomada por la universidad Europea de Madrid especialista en Suelo Pélvico.