El suelo pélvico de la mujer se debilita por diferentes causas. Influyen la edad, el estilo de vida y las hormonas, pero, además, las diferentes fases del ciclo reproductivo, juegan un papel esencial. El embarazo, el parto y la menopausia son etapas en que el cuerpo femenino cambia y, al tratarse de una musculatura, si no se ha tenido un cuidado constante, estos factores hacen que quede débil y deje de sostener a los órganos (vejiga, útero y recto).
¿Cómo afecta el ciclo reproductivo en el suelo pélvico?
- El embarazo supone muchos cambios en el cuerpo de la mujer. Por una parte, el aumento de peso hace que aumente la presión en el periné. De manera inconsciente, la futura mamá toma posturas poco recomendables (modifica su postura, aumentando su curva lumbar para compensar el desplazamiento del centro de gravedad y por tanto aumentando la presión en la zona anterior del periné) para sentirse mejor lo que debilita el suelo pélvico. Y, por otra parte; algunos de los órganos se desplazan para hacer sitio al feto.
- El parto vaginal (o una cesárea de urgencia en que se haya dilatado anteriormente) suele dejar el suelo pélvico muy débil si no se ha hecho un trabajo de refuerzo anterior. Cuando la mujer embarazada empuja para dar a luz, hace que sus músculos del suelo pélvico se estiren. Pasada la cuarentena es esencial ir a un fisioterapeuta especializado en suelo pélvico para que haga una valoración. Cada pack de enna pelvic ball contiene un vale para asistir a una cita con un especialista que hará un reconocimiento del suelo pélvico y trazará un plan de recuperación de éste.
- La menopausia provoca cambios hormonales y como consecuencia hace que los músculos del suelo pélvico, se vuelvan más débiles y dejen de hacer su función. Durante la menopausia es cuando la mujer es más propensa a sufrir incontinencia urinaria y prolapsos.
Otras causas del debilitamiento del suelo pélvico
- El deporte de alto impacto, independientemente de la edad, produce mucha presión sobre las vísceras abdominales, y a su vez sobre el suelo pélvico. Así que deportes como correr, aerobic, abdominales, baile… Deberían combinarse con otros que refuercen el suelo pélvico como yoga, pilates o ejercicios de Kegel. También con dispositivos como la enna pelvic ball.
- Sufrir estreñimiento, también puede favorecer el debilitamiento del suelo pélvico ya que la fuerza continua que se ejerce al intentar ir al baño, también debilita los músculos.
- Cirugías ginecológicas como las histerectomías, anexectiomia, miomectomia, etc, pueden dañar los tejidos (tejido conjuntivo) que dan sostén a los órganos.
- La tos crónica hace el mismo efecto que la práctica de deportes de alto impacto ya que, al toser, se fuerza y se ejerce presión sobre esta musculatura.
- Las prendas de vestir ajustadas (vaqueros, corsés) comprimen el abdomen y tanto el suelo pélvico como el diafragma se verán afectados. Con los tacones, el centro de gravedad de desplaza hacia delante y el cuerpo debe hacer ajustes que afectan los pies, las rodillas, la pelvis, el suelo pélvico, el abdomen, la curvatura lumbar, la zona dorsal e incluso la zona cervical y la cabeza.
- El sobrepeso provoca que la grasa que rodea las vísceras aumenta la presión sobre el periné en la rutina diaria. Lo mismo sucede con algunas actividades laborales que impliquen cargar mucho peso.
Tener el suelo pélvico débil puede ser consecuencia de diversos factores y que siempre debemos cuidarlo y fortalecerlo para evitar prolapsos (el desprendimiento de los órganos) y las pérdidas de orina. Combinar el uso de dispositivos de refuerzo del suelo pélvico con complementos alimenticios como enna urine, disminuyen la incontinencia urinaria.
Todos nuestros posts sobre Suelo pélvico e Incontinencia han sido revisados Elena Valiente, fisioterapeuta diplomada por la universidad Europea de Madrid especialista en Suelo Pélvico.