Los síntomas del síndrome premenstrual pueden ser variados, pero hay algunos más típicos que otros. Podríamos definir este conjunto de síntomas como aquellas señales físicas y/o emocionales que sufrimos las personas que menstruamos poco antes de la llegada de la regla. Estos cambios se deben principalmente al baile hormonal que supone el ciclo menstrual.
Cambios emocionales antes de la menstruación
Antes de la llegada del período, en la fase lútea que va de la ovulación a la menstruación, pueden haber síntomas y signos que desestabilicen la vida cotidiana de las menstruantes. Estos signos y cambios se asocian a las alteraciones hormonales: reducción de los niveles de progesterona, aumento de los niveles de estradiol, incremento de la producción de aldosterona y aumento de los niveles de prolactina.
A nivel emocional, esto provoca uno o algunos de estos síntomas:
- Tensión, ansiedad o más irritabilidad de lo normal.
- Estados de ánimos decaídos.
- Cambios de humor repentinos.
- Episodios de llanto.
- Alteración en el apetito y aumento de antojos de algunas comidas.
- Problemas de insomnio y concentración.
- Cambios en la líbido.
Síntomas físicos antes de la regla
Aunque una menstruación sana no debe presentar dolores hasta nivel incapacitante (para saber más, leer sobre endometriosis), es usual sentir molestias tanto antes como durante ella que disminuyen o desaparecen tras los primeros días de menstruación. Algunos de estos cambios son:
- Dolores articular o muscular.
- Dolor de cabeza y/o migraña.
- Fatiga y cansancio.
- Retención de líquidos y aumento de peso.
- Hinchazón abdominal y de senos junto con sensibilidad en el pecho.
- Estreñimiento o diarrea.
- Aparición de brotes de acné.
Si estos síntomas no disminuyen se denomina trastorno disfórico premenstrual (TDPM) lo que impide mantener el ritmo de vida en este período. En estos casos, se debe consultar a un especialista para que puedan tratarse.
¿Puede tratarse el síndrome premenstrual?
El síndrome pre menstrual o algunos de sus síntomas pueden tratarse con ciertos medicamentos si así lo prescribe un médico. No obstante, para aliviar ciertos dolores como los del abdomen, pueden usarse bolsas de agua caliente o sacos de calor con lavanda u otras plantas relajantes. En general, llevar un estilo de vida activo, tener una alimentación saludable, hacer ejercicio y disminuir o no consumir alcohol en este período rebaja la sintomatología.