La diástasis abdominal se trata de una separación excesiva (por encima de los 2cm) de los músculos rectos anteriores del abdomen como consecuencia de un daño en el tejido conectivo, provocando un ensanchamiento de la línea alba y una alteración en el correcto funcionamiento de la faja abdominal. ¿Sientes tu abdomen abultado como si aún estuvieras embarazada?, ¿Al comer tu abdomen se hincha más de lo normal?, ¿Sobresale un bulto en la línea alba al incorporarte de la cama? Son señales de que puedes sufrir de diástasis abdominal.
No solo se trata de un problema estético, sino también es un problema funcional
Los rectos anteriores del abdomen tienen como función mantener erguido el tronco, permitir la flexión e inclinación lateral del tronco (en este caso, cuando solo se contrae un vientre muscular), favorecer la fase espiratoria de la respiración y además nos ayuda a sujetar nuestras vísceras abdominales junto al transverso del abdomen.
¿Qué provoca la diástasis abdomial?
Son muchas las causas que pueden provocar diástasis de rectos, como el sedentarismo y falta de tono en la musculatura abdominal, la mala gestión al soportar o desplazar cargas, cirugías en la pared abdominal, sobrepeso; pero sin duda, la más frecuente, sería el embarazo.
Durante el embarazo es inevitable tener una separación de la línea alba como consecuencia de los cambios físicos que se producen ante el crecimiento del bebé en el útero; sin embargo, son pocos los casos en los que la diástasis se soluciona de manera natural tras el parto. Por eso, nuestro principal objetivo será minimizar factores de riesgo ante periodos críticos como el embarazo y mejorar la funcionalidad de la musculatura abdominal cuando ya exista la lesión.
Es muy importante que la gestante desde el primer trimestre tome conciencia de la musculatura abdominal profunda: Transverso del abdomen, fortaleciéndola para así mejorar la capacidad de sujeción no solo a nivel visceral, sino también a nivel óseo aumentando la estabilidad a nivel lumbopélvica.
Otro aspecto muy importante a tener en cuenta durante la gestación es controlar la ganancia de peso y evitar ejercicios hiperpresivos donde pongamos en tensión los rectos anteriores del abdomen, como por ejemplo, levantarnos de la cama flexionando el tronco o tumbarnos hacia atrás, levantar pesos en apnea o cargar pesos sin activar la musculatura abdominal profunda.
Una debilidad en la pared abdominal también resulta muy perjudicial para nuestro suelo pélvico, ya que con la pérdida de tono abdominal se produce un cambio en la postura (anteversión pélvica) que hace que las hiperpresiones que se producen en nuestra día a día al toser, saltar o estornudar, entre otros, recaigan directamente en la zona anterior y más débil de nuestro periné, aumentando el riesgo de padecer incontinencias o caída de órganos, entre otros.
Por todo lo mencionado anteriormente, se aconseja que la gestante realice ejercicio de fuerza guiado por un profesional para controlar la ganancia de peso, mejorar el estado de toda la musculatura a nivel general, fortalecer la musculatura abdominal profunda (transverso del abdomen y suelo pélvico) y así evitar dañar la línea alba en exceso durante el embarazo.
¿ Qué problemas derivan de una diástasis Abdominal?
- Dolor lumbar y abdominal
- Malas digestiones
- Hernias abdominales
- Debilidad de suelo pélvico (incontinencias y/o prolapsos genitales).
¿Cómo podemos tratar la diástasis abdominal?
Existen dos vías de tratamiento, la primera y más convencional con técnicas de rehabilitación para los casos más leves, y otra más invasiva mediante cirugía (abdominoplastia) para los casos más severos.
En el tratamiento convencional nuestro objetivo principal no será cerrar la línea media, sino recuperar la funcionalidad del abdomen, trabajar la musculatura abdominal para que estos vuelvan a recuperar su capacidad de soportar presiones dentro del abdomen y evitar que los órganos salgan hacia fuera a través de la línea alba.
Para conseguir esto, insistiremos mucho en un primer momento en ejercicios de reeducación postural y trabajo abdominal ecoguiado mediante técnicas de bajo impacto o hipopresivos hasta que mejore el tono abdominal, y una vez conseguido, tendremos que pasar a una segunda fase donde los ejercicios abdominales serán mas intensos para comprobar la competencia de los mismos en actividades de la vida cotidiana con cargas de pesos y ejercicios hiperpresivos.
Además en fisioterapia contamos con técnicas no invasivas como la diatermia o radiofrecuencia que nos ayudará a la recuperación de la línea alba (junto al ejercicio físico) mejorando la calidad del tejido conectivo al conseguir activar los proceso reestructuración de las fibras de colágeno y elastina. Recuerda que en cada pack de enna pelvic ball se incluye u vale para una visita gratuita con u fisioterapeuta.
Este artículo ha sido escrito por Elena Valiente, fisioterapeuta diplomada por la universidad Europea de Madrid especialista en Suelo Pélvico.