¿Se pueden evitar traumas y episiotomías durante el parto?
Llega el día del parto ¿Se pueden evitar traumas y episiotomías? Por desgracia, no. La episiotomía es una práctica selectiva por parte del ginecólogo obstetra que no siempre es posible evitar, sobre todo si hablamos de bebés macrosómicos (más de 4kg), partos instrumentados con fórceps y/o espátulas o en el caso de querer evitar un desgarro grado 4. Pero, que sea inevitable, no significa que no podamos trabajar para disminuir las posibilidades de que eso ocurra.
Es importante minimizar los factores de riesgo y tomar medidas preventivas para llegar el día del parto en unas condiciones óptimas que faciliten la dilatación, el expulsivo y así disfrutar de una mejor y más pronta recuperación postparto.
6 consejos para mejorar el momento del parto
- Controlar el peso durante la gestación. Tener un índice de masa corporal alto durante el embarazo puede tener una gran repercusión en tu salud y en la de tu bebé. La obesidad aumenta el riesgo de partos prematuros, abortos espontáneos, hipertensión arterial, diabetes gestacional, bebés macrosómicos, partos instrumentados y partos por cesáreas.
- Realizar actividad física durante el embarazo. El ejercicio durante el embarazo no solo nos ayudará a controlar la ganancia excesiva de peso, sino a prevenir y reducir la aparición de lesiones musculoesqueléticas, reducir el riesgo de diabetes gestacional, bebés macrosómicos y mejorar el tono de la musculatura abdominal y perineal.
Las embarazadas físicamente activas han demostrado acortar el tiempo de dilatación y conseguir un parto con menos complicaciones y por tanto menos instrumentados. Por eso el control del peso y la actividad física son dos pilares básicos si queremos mantener nuestro periné lo más integro posible en nuestra recuperación postparto. - Ejercicios de Kegel. Los ejercicios de Kegel no solo son importantes para mejorar la fuerza (y así prevenir patologías como la incontinencia urinaria), sino que además nos ayudan a mejorar la propiocepción del suelo pélvico aprendiendo a contraer y relajar los músculos para el día del parto.
- Masajes Perineales. El masaje perineal se recomienda a partir del tercer trimestre de gestación con el fin de mejorar el retorno venoso y la vascularización de los tejidos que tan comprometidos se ven por el aumento de presión en la pelvis. A través de esta técnica no solo se busca aumentar la elasticidad de los tejidos, sino reducir la resistencia muscular y mejorar el conocimiento propio de la zona.
- Posturas de dilatación y técnicas para aliviar el dolor. Se ha demostrado que las gestantes que caminan, mantienen posiciones verticales y realizan cambios posturales durante la dilatación reducen significativamente el tiempo de esta etapa, y precisan de menos analgesia y oxitocina aumentando la probabilidad de partos espontáneos que reducen la necesidad de episiotomías y desgarros.
- Aprender a realizar pujos dirigidos. Aunque el pujo es un acto reflejo que las mujeres sabemos hacer de manera instintiva en el momento del expulsivo, este se ve anulado en el caso de estar bajo los efectos de la analgesia epidural, por eso es muy importante que la gestante aprenda a realizar un pujo dirigido (aquel que se realiza cuando lo indica el personal sanitario) para ayudar a la salida del bebé y que los profesionales no tengan que recurrir a otras maniobras o instrumentales aumentando el riesgo de lesión perineal.
Este artículo ha sido escrito por Elena Valiente, fisioterapeuta diplomada por la Universidad Europea de Madrid especialista en Suelo Pélvico.