La alimentación ayuda a la salud de tu suelo pélvico y debe ir de la mano con los ejercicios de prevención o recuperación. Pero no siempre es fácil conseguir este binomio en nuestro día a día ya sea por falta de tiempo o por no disponer de hábitos saludables adquiridos. Las largas jornadas de trabajo, el cuidado de los hijos, la falta de tiempo en general, hace que adquiramos malos hábitos con mayor facilidad y los buenos se queden sólo en intenciones.
Si bien cada vez que hablamos de disfunciones de suelo pélvico y factores de riesgo, nos centramos en el parto y la vida obstétrica de la mujer como el principal mecanismo de lesión, ya sabemos que además de estos, existen otros aspectos a tener en cuenta como son: el sobrepeso y el estreñimiento crónico fruto de una mala alimentación.
El aumento de peso constante y el esfuerzo que se realiza durante la defecación afecta de manera significativa al mecanismo de sostén, pudiendo crear a largo plazo disfunciones urinarias y/o prolapsos genitales. Pero lo que le damos a nuestro cuerpo para alimentarle, importa.
Alimentación y salud pélvica
Una alimentación correcta nos permite no solo controlar la ganancia excesiva de peso, sino mejorar el tránsito intestinal, además de mejorar la regeneración y calidad del tejido conjuntivo.
Sin embargo, las personas que consumen de manera frecuente productos industriales, alimentos refinados y grasas trans, entre otros, son más propensas a tener inflamación intestinal, disbiosis (alteración en la composición y/o funciones de los microorganismos que habitan en la piel y tapizando el interior de los intestinos y la vagina) y una alteración del sistema inmune siendo más propensas a tener infecciones.
Además la inflamación intestinal mantenida en el tiempo, altera la gestión de presiones a nivel abdomino pélvico e influye en el deterioro y regeneración de los tejidos.
Grosso modo podemos decir que es importante:
- Eliminar los alimentos procesados con alto contenido en azúcar, sal, aceites vegetales, grasas trans, carnes procesadas.
- Aumentar el consumo de verduras, frutas y hortalizas.
- Consumir alimentos con alto contenido en fibra para mejorar el tránsito intestinal.
- Mantener una correcta hidratación a base de agua.
- Reducir el consumo de bebidas alcohólicas, carbonatadas y excitantes que además de aportar muchas calorías, sobreestimulan la vejiga.
Y para nuestro suelo pélvico podemos decir que existen alimentos que nos aportan diferentes beneficios como son:
- Arándanos rojos y las semillas de uva que son perfectas para prevenir episodios de cistitis ya que poseen propiedades antisépticas, antiinflamatorias, antibacteriana y antioxidantes que nos refuerzan las paredes de las vías urinarias contribuyen a reducir la fijación de ciertas bacterias como la Escherichia coli sobre las paredes de las vías urinarias reduciendo las infecciones de repetición.
- Cereales integrales como la avena que mejoran considerablemente el tránsito intestinal.
- Frutas y hortalizas como: el brócoli, la zanahoria, tomate, pimiento rojo, uva, entre otros por su alto contenido en antioxidantes; y frambuesas, plátanos, naranja, fresas, guisantes verdes, alcachofas, aguacates, etc por su alto contenido en fibra.
- Frutos secos naturales o tostados como por ejemplo: las almendras, nueces, avellanas, pistachos, etc por su alto contenido en grasas poliinsaturadas, fibra, proteína y vitaminas.
- Alimentos ricos en viamina B6 como el atún, salmón, carnes de aves, garbanzos… Que nos ayudan a mantener saludable el sistema inmune y nervioso.
Y no olvidemos que para conseguir una correcta alimentación, la clave no está en sumar alimentos saludables, sino en eliminar los alimentos perjudiciales.