¿Se puede conseguir un orgasmo trabajando el suelo pélvico? Durante muchos años la sexualidad femenina ha sido un tema tabú, que la mujer hablara de orgasmos y placer se ha considerado algo vulgar, indecoroso y obsceno, esto no solo ha incitado la divulgación de falsos mitos y creencias, sino que ha limitado y mucho la calidad de las relaciones sexuales de algunas mujeres.
¿ Sabías que el estado de tu suelo pélvico afecta a la intensidad de tus orgasmos?, y ¿qué los orgasmo vaginales no existen ya que la vagina es un órgano poco sensible, con muy pocas terminaciones nerviosas y sin estructura anatómica que pueda provocarlos?.
Aunque sabemos que el cerebro juega un papel muy importante en la sexualidad, en el post de hoy, nos centraremos en explicar qué sucede en tu suelo pélvico durante la excitación y el orgasmo, y cómo podemos ayudar a mejorar la intensidad y calidad de los mismos.
Durante las relaciones sexuales, aumenta la lubricación y vascularización en el interior de la vagina haciendo que sus paredes aumenten de grosor al mismo tiempo que se estrecha su diámetro por un aumento del tono de los músculos pubococcígeos.
Si tenemos buen tono muscular, durante la penetración, la fricción de las paredes vaginales con el pene será mayor, aumentando así la sensación placentera tanto para la mujer como para el hombre.
Durante el orgasmo se llega alcanzar de manera involuntaria y rítmica, de diez a quince contracciones perineales por segundo. Por lo tanto, si tenemos bien ejercitados los músculos del suelo pélvico, conseguiremos aumentar el número de contracciones e intensidad de las mismas, obteniendo una sensación más placentera durante el acto sexual y llegar de una manera más intensa y rápida al orgasmo.
El embarazo, los partos vaginales, la menopausia, el sobrepeso, el estreñimiento, etc puede hacer que nuestros músculos pierdan fuerza o se debiliten dificultando así la llegada al clímax o tener orgasmos menos intensos.
Pero si además la debilidad o hipotonía va acompañada de patologías como prolapsos, incontinencias urinarias durante la penetración o infecciones de orina postcoitales, es lógico esperar que exista una disminución de la líbido, falta de deseo y por ende un déficit de lubricación interfiriendo de manera directa en la vida sexual de la mujer.
No siempre los problemas sexuales vienen ocasionados por una debilidad muscular, en muchas ocasiones (sobre todo en mujeres jóvenes), nos encontramos con un aumento excesivo del tono muscular o hipertonía de suelo pélvico (músculos muy contraídos) que provocan molestias y/o dolor durante las relaciones sexuales, disminuyendo la excitación y lubricación durante el acto y por ende aumentando aún mas la sensación de desagrado y disconfort durante la penetración.
Si esta situación se alarga en el tiempo, podemos llegar a sufrir de vaginismo, donde el espasmo muscular es tal, que la vagina se cierra por completo resultando imposible mantener relaciones con penetración.
Por eso, si queremos tener una vida sexual plena, además de estar bien con nosotras mismas, es importante conocer nuestro cuerpo, fortalecer los músculos del suelo pélvico mediante ejercicios de kegel, y mejorar el tono y la lubricación de la vagina a través del uso de la esfera pélvica enna pelvic ball.
Así que si has notado que tus orgasmos ya no son como antes, que ha disminuido la sensibilidad o placer en las relaciones sexuales, o por el contrario, desde hace un tiempo sientes que se han vuelto molestas o dolorosas… No dejes pasar ni un minuto más porque no es normal, pide cita con un fisioterapeuta especializado en suelo pélvico que estudiará tu caso y podrá ayudarte a mejorar no solo tus relaciones sexuales, si no a mejorar la salud de tu suelo pélvico y por tanto tu calidad de vida.