Usar enna protect para pérdidas de orina te hará sentir más cómoda en tu día a día y hará que tener pequeños escapes sea más llevadero. La incontinencia urinaria afecta a 1 de cada 4 mujeres a partir de los 35 años por lo que es algo más usual de lo que se habla. Las pérdidas de orina, como la menstruación, siempre tiene un halo de sucio, oscuro y que hay que esconder, sin embargo; son consecuencias naturales.
enna protect y la tecnología SaniDX
La segunda capa del protegeslip enna protect, la absorbente, está tratada con la tecnología exclusiva SaniDX que incluye compuestos de silicio, un mineral con actividad antimicrobiana. Esta capa, aísla la humedad y genera un efecto preventivo de las infecciones vaginales más comunes ya que neutraliza las bacterias y hongos que pueden causar la cistitis, la vaginosis y la candidiasis, entre otros.
Esta acción antimicrobiana hace que la zona vaginal esté aislada de la humedad y los gérmenes no proliferen. Por eso usar enna protect para pérdidas de orina es tant eficaz como para el flujo o la sangre menstrual.
¿Cómo lavar enna protect?
enna protect, además es lavable y reutilizable hasta 100 veces, por lo que cuida de ti y del medio ambiente. Puedes lavarlo a mano o en la lavadora (máximo de 40 grados), pero siempre sin lejías ni suavizantes. Estos productos estropean la capa aislante del protegeslip y harán que la vida útil de tu enna protect sea más corta. Tampoco lo planches ni lo metas en la secadora, tiéndelo que se seque al aire (el sol, además, es un blanqueante natural).
¿Por qué hay más mujeres que hombres con incontinencia urinaria?
Aunque las pérdidas de orina no son exclusivas de las mujeres, hay muchos factores que favorecen que la prevalencia sea mayor que en los hombres. El principal motivo es el ciclo reproductivo de la mujer que incluye muchos cambios a nivel físico y hormonal. El embarazo, el parto y la menopausia afectan a la vejiga, a la uretra y a otros músculos que sostienen a estos órganos propiciando la aparición de pérdidas de orina, por ejemplo. En este caso, la más común es la incontinencia de esfuerzo, aquellos escapes que aparecen al contraer el diafragma: toser, reír, saltar, correr…
Por otra parte, aunque las mujeres de cualquier edad pueden sufrir incontinencia urinaria, es más frecuente en mujeres mayores. Esto se deben probablemente a los cambios hormonales durante la menopausia. Más de 4 de cada 10 mujeres mayores de 65 años tienen incontinencia urinaria. En este caso es más frecuente la incontinencia de urgencia o la incontinencia mixta.