las pérdidas de orina están relacionadas con tu suelo pélvico

¿Sabías que las pérdidas de orina están relacionadas con tu suelo pélvico? 

Las pérdidas de orina están relacionadas con tu suelo pélvico. Si el estado de tu musculatura pélvica es débil, es más probable que sufras escapes. Se calcula que aproximadamente 1 de cada 3 mujeres adultas sufre o sufrirá incontinencia urinaria a lo largo de su vida. Es una afección mayoritariamente femenina ya que muchas de las fases del ciclo reproductivo de la mujer afectan directamente con el suelo pélvico: embarazo, parto y menopausia.

¿Cómo las pérdidas de orina se relacionan con el suelo pélvico?

El suelo pélvico es un conjunto de músculos, fascias y ligamentos en forma de carpa de circo que sostiene los órganos reproductivos, urinarios y digestivos. La debilidad del suelo pélvico hace que estos órganos desciendan y no estén en la tensión necesaria. Las consecuencias son la incontinencia urinaria o los prolapsos. Si bien la edad y el estilo de vida afectan, en el caso de la mujer hay momentos clave en que si no se trabaja, el suelo pélvico puede quedar muy débil:

  • Embarazo y parto vaginal o dilatación antes de cesárea. El aumento de peso durante la gestación hace que la presión sobre el periné sea mayor. En busca del confort, se adoptan posturas poco recomendables para el suelo pélvico, se desplaza el centro de gravedad y los órganos se desplazan para hacer sitio al bebé. Un combo muy duro. En cuanto al parto, especialmente si durante el embarazo no se ha trabajado con un especialista en suelo pélvico y éste no se ha preparado para el momento. Durante los pujos, el suelo pélvico de la mujer se estira, por lo que si no se han entrenado se quedan débiles.
  • Menopausia. Los cambios hormonales y la disminución de producción del colágeno hace que los músculos pierdan elasticidad. Es la etapa más conocida en que se sufre incontinencia urinaria. 
  • Deporte de alto impacto. Los deportes de alto impacto como correr, pádel, baloncesto… Todos aquellos que chocan con el suelo y hacen que los músculos se vayan debilitando. 

 

 

 

El tabú y la poca visibilidad de la incontinencia

Si bien se calcula que unos seis millones de españoles sufren incontinencia urinaria, pueden ser muchos más ya que es una afección que genera vergüenza, rechazo y silencio. La mayoría de personas cambian sus rutinas para no pasar mucho tiempo fuera de casa o puede llegar a aislarse.

Sin embargo, es esencial visibilizar las pérdidas de orina para poner un tratamiento. Lo que no se muestra no existe y lo que es peor, puede ser que un problema con solución se extienda a lo largo de los años, se agrave y entonces ya no lo tenga como en el caso de los prolapsos más graves que incluso pueden necesitar cirugías.

La incontinencia de esfuerzo, relacionada con aquellas actividades cotidianas donde interviene el diafragma (correr, saltar, reír, toser…)  puede tratarse con ejercicios específicos y el uso de esferas vaginales como enna pelvic ball. En el caso de la bola pélvica de enna, su bola interior en forma de diamante choca con las paredes y provoca una vibración más fuerte que otros dispositivos como las bolas chinas cuya esfera interior es lisa. Esta vibración hará que los músculos se contraigan de manera involuntaria adquiriendo más tono y fuerza. Un suelo pélvico más tonificado, tiene más sostén de los órganos y menos posibilidades de sufrir incontinencia urinaria.

Actividades tan cotidianas llevar tacones, cantar profesionalmente, fumar (y la tos crónica que puede provocar) o llevar ropa ajustada también pueden afectar al estado de tu suelo pélvico. Sin olvidar el sobrepeso que, como en el embarazo, ejerce presión sobre el periné. Es por ello que una vida activa y los hábitos saludables permiten mantener en forma la musculatura pélvica. ¿Entiende ahora por qué las pérdidas de orina están relacionadas con tu suelo pélvico?

Compartir:

Facebook
Twitter
Pinterest
LinkedIn

Posts relacionados

sexo y menstruación

Sexo y menstruación, rompemos el tabú

El sexo y la menstruación, dos temas que tradicionalmente se han considerado tabú en muchas sociedades, están empezando a ser discutidos abiertamente y con una mirada más positiva en los últimos tiempos. Si bien persisten muchos estigmas y mitos en torno a ambos, es crucial explorar cómo pueden coexistir de manera saludable y placentera